Dionisio Borda reafirma el potencial de Paraguay para consolidarse como un referente regional en crecimiento económico, siempre y cuando se implementen reformas estructurales que fortalezcan la competitividad y la confianza de los inversores.

El economista y exministro de Hacienda, Dionisio Borda, compartió sus perspectivas sobre el panorama económico de Paraguay para 2025. 

En un contexto regional complejo, el país se posiciona como un líder en crecimiento económico, aunque enfrenta retos para consolidar su competitividad y atraer mayores inversiones extranjeras.

Borda destacó que Paraguay cerrará 2024 con un crecimiento del 4% del PIB, mientras que las proyecciones para 2025 apuntan a una leve desaceleración, pero con cifras que seguirán siendo destacables en la región. 

Explicó que los organismos multilaterales, como el  Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), coinciden con la proyección oficial de un crecimiento estimado del PIB de 3,8%. Algunas consultoras lo sitúan en 3,7%. 

"En definitiva, este año y el próximo, Paraguay lidera la región en términos de crecimiento económico", explicó.

El desafío de atraer inversión extranjera

A pesar de su desempeño económico, Paraguay enfrenta dificultades para captar inversión extranjera directa (IED), situándose entre los países con menor recepción de la región. 

Según Borda, esto se debe a factores estructurales que generan incertidumbre en los potenciales inversores.

"La estabilidad macroeconómica y el continuo crecimiento llaman la atención, pero la fortaleza institucional, la calidad de la justicia, el ambiente de negocio, el nivel de corrupción y la calidad de la infraestructura son aspectos determinantes para las decisiones de inversión", afirmó. 

Además, señaló que depender de bajos impuestos, recursos naturales abundantes, energía limpia y mano de obra barata no es una estrategia efectiva. "Es una estrategia débil y con pocos resultados", subrayó.

Cinco áreas clave para aumentar la competitividad del país:

Estado eficiente y transparente: "Es necesario acelerar las reformas estructurales, como la reforma administrativa y del servicio civil", dijo el economista. Además de abordar las inequidades del sistema de jubilaciones y pensiones del sector público.

Inversión en capital humano y físico: Salud, educación, nutrición y mejor infraestructura vial son fundamentales para calificar la mano de obra y fortalecer la logística del país.

Productividad y diversificación: Borda reconoció la necesidad de diversificar la matriz productiva para depender menos de sectores tradicionales.

Mayor presión tributaria: El ex ministro también mencionó la importancia de generar recursos financieros adicionales permitirá invertir en estas prioridades".

Institucionalidad del Estado: Garantizar estabilidad jurídica es vital para atraer inversiones privadas, tanto nacionales como extranjeras.

Mercado de capitales y oportunidades en el agronegocio

En cuanto al mercado financiero, Borda expresó optimismo sobre su evolución en 2025. "El mercado de capitales doméstico está en franco crecimiento y el mercado de bonos será muy dinámico", aseguró. 

Asimismo, destacó la solidez del sistema bancario, lo que permitirá un acceso al crédito favorable. Sin embargo, prevé una reducción en las operaciones en dólares debido a la incertidumbre internacional sobre esta moneda.

Y con respecto a los sectores productivos con mayor potencial en el mercado internacional, Borda destacó al agronegocio, particularmente el complejo de soja y la industria cárnica. Sin embargo, advirtió sobre las fluctuaciones en los precios internacionales.

"Es probable una ligera caída en el precio de la soja debido a una menor demanda y una mayor oferta global. Por el contrario, en el caso de la carne, se espera un aumento en los precios internacionales", detalló.

La ausencia de un efecto derrame

Por último, Borda destacó una problemática clave que acompaña al crecimiento económico de Paraguay en los últimos años,  "la falta de un efecto derrame hacia los sectores de menores ingresos". 

Según el economista, el crecimiento observado este año y el próximo no se traduce en beneficios para un amplio sector de la población. 

"La estructura productiva del país no genera un efecto derrame o goteo, como lo llaman algunos, hacia los sectores de menores ingresos", explicó. 

Esto implica que, a pesar de que algunos sectores se benefician considerablemente, una porción importante de la población no experimenta mejoras en sus condiciones de vida.

El ex ministro afirmó que, como resultado, un 1/6 de la población más vulnerable no recibe los beneficios del crecimiento económico. Esto contribuye a la sensación de pesimismo en la población, a pesar de los datos positivos en términos macroeconómicos. 

"La percepción general es que la economía no está funcionando de manera optimista para todos, ya que los resultados del crecimiento no permeabilizan hacia abajo", finalizó.

Fuente: Forbes